DIOS trabajando en la cocina

Dios trabajando en la Cocina

¿Qué tal la Culpa? O ¿Cómo aplicar el Perdón? Mirando superficialmente la Historia de José y sus hermanos en Egipto, da la impresión que José estuviera jugando con ellos, poniéndoles trampas a cada paso. Pero cada prueba estaba acompañada con una bendición, y cada bendición con una prueba: en el primer viaje a Egipto un hermano quedó en la cárcel (Simeón), pero ellos volvieron con comida y dinero (que les fue devuelto), y en el segundo viaje quedó Benjamín, pero volvieron con comida, dinero, y más regalos. Sufrieron injusticias, pero fueron atendidos como invitados del rey. “Dios nos bendice en nuestras pruebas y nos prueba en nuestras bendiciones” (Jaime Burnett)
Mientras en la mente de los hermanos de José se iba resolviendo el tema de la culpa, en el corazón de José se iba gestando el perdón. ¿Por qué demoró tanto José para darse a conocer? ¿Por qué tantas vueltas? Muchas veces confundimos Absolver (no imputar cargos) con Perdonar (no guardar registro), y José necesitaba tiempo para ejercitarse en el perdón. Cada momento que José huía de la presencia de los hermanos huía hacia la presencia de Dios, pues mientras los recuerdos, las cicatrices, los dolores, y las consecuencias nos gritan: REVANCHA; Dios en su cocina enseña el perdón. Y si de la experiencia de José extraemos una lección es que el perdón, como plato preparado en la cocina de Dios se sirve solo (todos los demás afuera), con lágrimas (se dio a llorar a gritos) y un corazón abierto (yo soy vuestro hermano). ¿Hace cuanto que no pruebas ese plato?

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