Lo que necesitas es un poco de fe en un gran Salvador. Ese gran Salvador ya se entregó por ti. ¿Tendrá Él tu pequeña fe?
FUNDACIÓN ECOS DE ETERNIDAD-Dios pide
que creas
“Pero
sin fe es imposible agradar a Dios” (He. 11:6)
En cierta oportunidad un famoso equilibrista hizo una
peligrosa demostración en unas cataratas. El cable se extendió entre estas
fuertes caídas de agua y el artista pasó caminando de un extremo al otro. Luego
se aventuró a cruzar con una carretilla y todo el público prorrumpió en
aplauso. Y para finalizar su acto les dijo “¿Quién de ustedes cree que puedo
cruzar llevando una persona en esta carretilla? Todos levantaron sus manos y
aplaudían animando al equilibrista a hacer esta hazaña. Entonces mirando a los
presentes dijo “¿Quién de ustedes subirá?” Un silencio se hizo entre los asistentes.
Nadie se animaba. Excepto un adolescente que se ofreció de voluntario, subió a
la carretilla y cruzó tranquilamente con el conocido artista… quien además era
su padre.
¿Conoces, crees o
confías? Aquí reside la gran diferencia entre conocer, creer y confiar.
Muchos conocen la historia de la cruz de Cristo, y están quienes concuerdan que
la sangre de Cristo puede limpiar los pecados y dar nueva vida. Pero pocos son
los que verdaderamente confían, los que dan ese paso de fe. Los que se suben a
la carretilla. La Biblia
dice que somos salvos por medio de la fe (Ef. 2:8), es por la fe que somos
declarados justos y tenemos paz con Dios (Ro. 5:1), es por fe que tenemos
entrada a la gracia (Ro. 5:2) y es por la fe que podemos ser hijos de Dios (Gá.
3:26).
“Si
Dios me da alguna señal, creeré” A pesar del testimonio de la
creación, la conciencia, la
Biblia y el cristiano, el incrédulo a menudo desea una
“señal”. Lo mismo le pidieron a Jesús. Muchos le dijeron “danos una señal y creeremos.”
¿Sabes lo que les dijo? “la generación
mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del
profeta Jonás.” Y explicó que de la misma manera que estuvo Jonás tres días
y tres noches en el vientre del pez, así estaría el Hijo del Hombre en el
corazón de la tierra. ¿No crees si no es por señales? Jesús murió en una cruz
por causa de tus pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día con poder. Él
ascendió a los cielos y pronto volverá. Arrepiéntete y pon tu fe en Él. No
esperes señal. Pues la próxima señal que verás será la de sus manos y sus pies
en el Día del Juicio. Y allí será demasiado tarde.
Muchos creen que necesitan mucha fe para ser salvos. No.
Lo que necesitas es un poco de fe en un gran Salvador. Ese gran Salvador ya se
entregó por ti. ¿Tendrá Él tu pequeña fe?
“Dios
de la creación. Es débil mi fe. Pero tú eres grande. Pongo ahora mismo mi débil
confianza en ti. Conozco, creo y confío. En el nombre de Jesucristo Amén”
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