En medio de un mundo cuyas voces gritan “disfrute temporal, violencia, libertinaje” debemos taparnos los oídos a estas voces y concentrarnos en lo que Dios nos ha dado: vida, vida entera y vida eterna.
Fundación ECOS DE ETERNIDAD-
Vida eterna y entera
“Yo
he venido para tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Jn.
10:10)
En la obra “El
Peregrino” de Bunyan hay un momento
en que el protagonista está llevando su carga y su mujer e hijos tratan de convencerle
que no haga el viaje. En ese momento Cristiano se tapa los oídos y mientras
corre grita “Vida, vida, vida eterna”
Su anhelo era tratar de impedir que las voces de afuera acallaran la fuerte voz
interior que le llevaba a buscar “vida,
vida, vida eterna” ¿No debiéramos hacer esto nosotros mas a menudo? En
medio de un mundo cuyas voces gritan “disfrute temporal, violencia,
libertinaje” debemos taparnos los oídos a estas voces y concentrarnos en lo que
Dios nos ha dado: vida, vida entera y vida eterna.
Sabor “vida” En una
oportunidad un ateo hablaba desde una plataforma acerca del cristianismo y de
lo tonto que era seguir a Jesús. Un anciano le preguntó si podía subir a la
plataforma para rebatir sus ideas. El ateo gustosamente le cedió el lugar. El hombre
subió, sacó una manzana y mirando a su interlocutor comenzó a comerla sin decir
palabras. El ateo se puso bastante nervioso y le pedía que hiciera su
disertación en lugar de comer la fruta. El hombre le sonrió y le pidió que
esperara. Al terminar de comer la fruta le dijo: “¿Cómo estaba la manzana dulce
o agria?” el ateo le respondió “Es imposible saberlo, porque no la probé.” A lo
que el creyente anciano respondió “Tiene usted razón. ¿Cómo puedes opinar
acerca de lo que es ser seguidor de Cristo si no lo has probado?” Y bajo del
escenario ovacionado.
La vida entera. Muchos
dicen que no quieren seguir a Cristo porque es una vida difícil, y además es
aburrida. Ellos son como el ateo de la manzana, no saben de lo que se trata
porque no lo han probado. Ellos confunden diversión con gozo, y risa con
felicidad. Su risa es momentánea, disfruta de los placeres temporales del
pecado y no puede experimentar lo que significa una nueva vida. Una vida en
abundancia es una vida completa, entera.
La vida eterna. El
cristiano tiene propósito en este mundo, sabe el para qué está aquí y sabe
hacia donde va. El incrédulo disfruta el momento presente pero tiene
incertidumbre acerca del porqué y para qué está aquí. ¿Cuánto vives de esa
experiencia del cielo? Vive este día para la eternidad. Mira mas allá del
momento pasajero, mira el destino eterno. Haz algo por la eternidad: ora, lee la Biblia , háblale a una
persona acerca de Jesús.
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