martes, 19 de febrero de 2013

DIOS DE PALABRA


La Biblia es el único libro que se llama a sí mismo La Palabra de Dios. Ningún otro libro religioso se arroja a sí mismo ese título. 

FUNDACIÓN ECOS DE ETERNIDAD- El Dios de Palabra
“Porque Él dijo y fue hecho” (Sal. 33:9)

            Una característica de la Palabra de Dios es que tiene vida. Ella es viva y eficaz. Cuando en el principio Dios dijo “Sea la luz” inmediatamente se hizo la luz. Y así sucedió en cada fase de la creación. Dios no es mudo y quiere darse a conocer a sus criaturas. Por eso Él inspiró a hombres santos a escribir la revelación de Dios.

Yo soy la Palabra de Dios. La Biblia es el único libro que se llama a sí mismo La Palabra de Dios. Ningún otro libro religioso se arroja a sí mismo ese título. Ni el Corán, ni ningún otro código de religión. Por lo tanto todo análisis debe reducirse a solo este libro. Además, Ningún otro libro ha sido tan atacado, a través de la historia, como la Biblia. En el año 300 A.C. el emperador romano Diocleciano ordenó que se quemaran todas las biblias, porque pensó que al destruir la Escritura podía destruir el Cristianismo. Cualquiera que fuera encontrado con una Biblia era ejecutado. Pero sólo 25 años después, el emperador romano Constantino ordenó que se hicieran 50 copias perfectas de la Biblia a cuenta del gobierno.

La casa de Voltaire. El filósofo francés Voltaire, un escéptico que destruyó la fe de mucha gente,  se jactaba de que dentro de los cien años luego de su muerte, la Biblia desaparecería de la faz de la tierra. Voltaire murió en 1728, y la Biblia sigue viviendo. La ironía de la historia es que 50 años después de su muerte, la Sociedad Bíblica de Génova se mudó a su casa y utilizó sus imprentas para imprimir miles de biblias.

La unidad de la Biblia. Es única en su armonía. 40 escritores, 1600 años entre el primero y el último, de diferentes oficios y profesiones (desde médico a peón), ubicados en tres diferentes continentes, y sin conocerse entre ellos… Sin embargo al leerla desde Génesis a Apocalipsis encuentras una armonía que es maravillosa. Mc. Dowell en su libro “Evidencias que demanda un veredicto”  dice: “Hay una historia que se desarrolla desde Génesis a Apocalipsis: la redención del hombre a través del Mesías – el Antiguo testamento a través del Mesías que viene, el Nuevo Testamento desde el Mesías que ha venido. En Génesis, tienes el paraíso perdido, en Apocalipsis tienes el paraíso recuperado. No puedes entender Apocalipsis sin entender Génesis. Todo está entretejido en cientos de temas polémicos.”

“Gracias Señor por darte a conocer. Gracias por tu Palabra. En la medida que la leo y te escucho deseo ser obediente a tu voz. Enséñame el camino en que debo andar. Te pido por quienes están siendo perseguidos por causa de tu Palabra. En el nombre del Señor Jesús. Amén”

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