jueves, 7 de febrero de 2013

EL DIOS DE PRUEBAS


 Las pruebas  nos han sido dadas para que seamos mejores, que seamos purificados
 y busquemos al Señor.

Fundación ECOS DE ETERNIDAD- El Dios de Pruebas
“¿Qué es el hombre para que...todos los momentos lo pruebes? (Job 7:17-18)

Dios es un Dios de oportunidades. Si miras la historia inspirada desde Génesis y hasta Apocalipsis te encontrarás con un ciclo que se repite. Dios quiere tratar con el hombre y entonces le da una oportunidad poniéndole a prueba. Pero ante cada prueba el hombre fracasa, peca y debe recibir un castigo de parte del Creador.

Primero es en el Huerto del Edén, donde le prueba con el árbol de la ciencia del bien y del mal. Pero nuestros primeros padres pecaron y fueron sacados de allí. Entonces les coloca a prueba con la conciencia, pero ellos se pervirtieron y vino el juicio del diluvio. Y desde allí verás al hombre y a la mujer vez tras vez fracasando y pasando por la torre de Babel y la confusión de idiomas, luego las plagas de Egipto y el cautiverio a Babilonia hasta llegar a la prueba máxima: Dios envía a Su Hijo a morir en una cruz.

Prueba en chino. Dicen que los chinos tienen una palabra para crisis o prueba que significa oportunidad. Ellos reconocen que lo que para muchos es una crisis difícil de superar esconde una oportunidad. ¿Sabías que la cruz es la más grande oportunidad del ser humano? Dios el Hijo se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz, resucitó con poder de entre los muertos, ascendió a los cielos y muy pronto volverá. Esa cruz es la gran oportunidad para el que está perdido en sus pecados. ¿Te observas a ti mismo en esta condición? No demores ve ahora mismo al Salvador.

Prueba en argentino. Un cuento dice que un campesino le pidió a Dios tener dominio sobre la Naturaleza para que -según él - le rindieran mejor sus cosechas. ¡Y Dios se lo concedió! Entonces cuando el campesino quería lluvia ligera, así sucedía; cuando pedía sol, éste brillaba en su esplendor; si necesitaba más agua, llovía más regularmente; etc. Pero cuando llegó el tiempo de la cosecha… resultó un total fracaso. Desconcertado y medio molesto le preguntó a Dios por qué salió todo mal. Pero Dios le contestó - “Tú pediste lo que quisiste, pero no lo que convenía. Nunca pediste tormentas, y éstas son muy necesarias para limpiar la siembra, ahuyentar aves y animales que la consuman, y purificarla de plagas que la destruyan…”- La visión que muchas veces tenemos de las adversidades es muy egoísta. Creemos que si no las tuviéramos todo sería mejor.  Sin embargo ellas nos han sido dadas para que seamos mejores, que seamos purificados y busquemos al Señor.

            “Señor. Gracias por trabajar en mi vida a través de las pruebas. Dame la visión correcta, la petición correcta y el espíritu correcto para que cumplas Tú propósito en mi… a través de ellas. En el nombre de Jesucristo, Amén”

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