miércoles, 6 de febrero de 2013

EL DIOS DE PERSONAS.



No somos la perfección del mono sino la Imagen de Dios, es tu comportamiento como el del mono???

FUNDACIÓN ECOS DE ETERNIDAD- El Dios de Personas
“Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses?”(Sal. 144:3)

            Dios hizo el universo y puso en ellos orden y movimiento; creó los animales, aves y peces y puso en ellos vida. Pero cuando hizo al hombre le dio Su imagen. Lo capacitó con inteligencia, sentimientos y voluntad. Y le dio un espíritu para relacionarse con Su Creador. Él es un Dios de personas, que ha diseñado proyectos para él. El pecado daña a las personas y deforma la imagen que Dios tenía en su mente. Por ello, Dios salva personas y no problemas. La pregunta es ¿Qué es el hombre para que el Creador piense en Él?

No es máquina. El hombre no es solo Anatomía y Fisiología. No se trata de una maquinaria hecha para cumplir una etapa en la tierra y ya está. No. El ser humano tiene incorporado principios en él. Dios le dio espíritu, alma y cuerpo. El descanso, el entorno, las relaciones interpersonales afectan la efectividad en lo que hace. ¿Por qué? Porque somos mucho más que una telaraña de tejidos, músculos y cerebro. Somos seres humanos. Tu cuerpo no es una máquina: cuídalo.

No es evolución. No somos la perfección el mono sino la imagen de Dios. Uno de los mandamientos es “no te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo” (Ex. 20:4). El gran pecado del hombre es querer imitar la obra de Dios. Él hizo al hombre del polvo de la tierra y sopló en él aliento de vida. A imagen de Dios lo creó. El Soberano Creador de todo, tiene personalidad y las características de su persona fueron incorporadas en su creación especial: el hombre. La palabra “animal” viene de “ánima” o alma, vida. Un animal tiene instinto terrenal pero el hombre tiene impulso celestial.

No es casualidad. No somos una casualidad sino un propósito No eres un número, ni un elemento decorativo de la Creación. El Señor no solo puso en el cuerpo dos ojos y dos oídos sino que creó también la difusión de la luz y el sonido, los colores y los diferentes mecanismos de audición y visión. Dios pensó donde colocar a Adán, qué trabajo le daría, con quien se relacionaría y cual sería el propósito de su vida. Lo mismo es contigo. Vives en la casa que Dios ha querido, en el barrio donde Él ha diseñado que estés… O sea Dios pensó en ti. Ahora, ¿haces lo que Él quiere que hagas? ¿Cumples con el propósito de Dios para tu vida?

“Padre del cielo. Gracias por pensar en mí. Gracias porque has permitido que tenga la familia que tengo, has diseñado que trabajara donde lo hago, y conoces a las personas que me rodean. Quiero ser instrumento de ti, por ti y para ti. En el nombre de Jesucristo. Amén”

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